Categorizando el museo virtual.

12 de febrero del 2021.

Anteriormente, en la entrada El museo virtual para la difusión del patrimonio cultural, se abordaron tanto los antecedentes museísticos, como definiciones y las principales características de lo que normalmente denominamos museo virtual. En esta ocasión se profundizará más acerca de la clasificación o tipos de museos virtuales que podemos encontrar en la red.

En la actualidad, al navegar en internet, es posible topar con una gran cantidad de museos que se han autodenominado como virtuales o con algún otro termino semejante como museo en línea, museo electrónico, hipermuseo, museo digital, etc. (Schweibenz 2004) pero, ¿en realidad todos ellos pueden considerarse como tal? Son varios los autores (e incluso instituciones) quienes se han hecho esta misma pregunta y que se han dedicado a tratar de categorizar estas extensiones del museo físico.

De acuerdo con Schweibenz (2004), los museos virtuales se clasifican en tres grupos: museos en línea, museos de contenido y museos de aprendizaje. El primero de ellos, el museo en línea, también llamado museo catalogo (EVE, 2020), es un sitio web que se caracteriza por incluir datos básicos del museo físico, por ejemplo, los horarios, colecciones o exposiciones, ubicación del museo e información de contacto, con la finalidad de informar a los posibles visitantes sobre el museo. En el caso de los museos de contenido, son aquellos que nos muestran las colecciones y nos proporcionan mayor información sobre estas, pues prácticamente es como acceder su base de datos, es por ello que este tipo de web resulta de mayor utilidad para expertos o investigadores que para otros usuarios. Y, por último, los museos de aprendizaje, son los que se estructuran para brindar visitas virtuales especializadas de acuerdo al perfil del usuario, tomando en cuenta su edad, antecedentes y conocimientos. Este tipo de museos refuerza su cualidad educativa y didáctica estableciendo vínculos a los cuales se pueden acceder para consultar otras fuentes informativas acerca de un tema en específico. He ahí el principal objetivo de un museo de aprendizaje, lograr el interés del visitante en un tema determinado con la finalidad de que indague y profundice un poco más, además de convencer al visitante de volver a acceder al sitio o incluso decida acudir al museo en físico para conocer los objetos reales.

Otra clasificación que se puede mencionar es la que hace la profesora de la Universidad de Barcelona, Nuria Serrat (s/f), en la que categoriza los museos virtuales en dos tipos. El primero de ellos es una combinación entre el museo de catálogo y el museo de contenido, mencionados en la clasificación anterior de Schweibenz (2004). Ella afirma entonces que, este tipo de museo virtual (al cual no da una denominación) es aquel en el que el visitante puede visualizar imágenes de algunos de los objetos reales que se encuentran en el museo físico, también tiene acceso a la base de datos y descripciones de las colecciones y a la información más básica del museo real, es decir, los horarios, actividades del museo, mapa de las salas de exposición, contacto, etc. En segundo lugar, dentro de su clasificación, distingue a los museos virtuales que se enfocan en lo didáctico y en el aprendizaje (igual que Schweibenz) y que por tanto requieren toda la participación del usuario, fomentando su actividad mental y emocional. En este caso las visitas en vez de llevarse a cabo por el recorrido de las salas o colecciones, se hace a partir de temas de interés personal.

Estas dos clasificaciones pueden servir para englobar todos o una gran parte de los ejemplos de museos que se encuentran en la red. Pero ¿cuál es la situación de los museos en la red en nuestro país, México? Para esclarecer esta otra interrogante se puede recurrir a la investigación que hace Guadalupe García (2014) en su tesis doctoral, en la que establece una clasificación para los tipos de museos mexicanos que hay en internet. De manera general, ella identifica con el nombre de “Museos digitales que se denominan virtuales” una categoría principal que engloba todos los museos mexicanos en línea y a partir de esta se ramifican tres subcategorías más: el museo digital contemplativo-contenedor, el museo educativo dialogante-didáctico y el museo virtual como tal.

El museo digital contemplativo-contenedor, tiene las características de un museo físico real, de hecho, se convierte en una réplica que rescata las salas de exposición y lleva un recorrido entre los objetos visualizados en imagen o video de forma cronológica. En estos museos la aplicación del hipertexto e hipermedia prácticamente es nula, sin embargo, se puede desarrollar la tecnología 3D para crear espacios con imágenes de alta calidad y fidelidad (tanto de los objetos como del espacio). Debido a todo esto el papel que juega el visitante es totalmente pasivo. Otro aspecto que también puede encontrarse en estos espacios es información técnica sobre los objetos y piezas expuestas (García, 2014). 

Por otra parte, tenemos al museo educativo dialogante, al cual se le ubica como punto medio entre los museos tradicionales y los museos virtuales y como su nombre lo indica su objetivo es educar, haciendo uso de los objetos para exponer un tema o problema específico a fin de llevar al visitante a adquirir los conocimientos que le permitan comprender más acerca de ello (García, 2014). 

Y en la tercera categoría de esta clasificación se encuentra por fin, el museo virtual, que se desvincula totalmente del modelo tradicional, pues deja de centrarse en el objeto en su engrandecimiento, contemplación e información, busca propiciar la reflexión y el análisis en relación con el tema principal del museo (García, 2014).

Como puede verse, dentro de estas tres clasificaciones existen similitudes entre sus categorías establecidas; algunos museos en línea se relacionarán más con la museística tradicional contemplativa que sacraliza al objeto, otros más que funcionan a manera de folleto informativo o aquellos que se preocupan por educar y lograr el interés, la participación e inmersión del visitante.

Referencias

Cano, F. J. C. (2012). Espacios expositivos virtuales: Proyecto UMUSEO, una nueva opción para la difusión artística. Virtual Archaeology Review, 3(7), 44-49.

Schweibenz, W. (2004). Museos virtuales. ICOM Enfoques, 3, 2004-3.

EVE. (3 DE Julio de 2020). Creación de un Museo Virtual de Arte. EVE Museos e Innovación. https://evemuseografia.com/2017/09/13/creacion-de-un-museo-virtual-de-arte/

Serrat, N. (s/f). El museo virtual posee unas características de interactividad que permiten una gran participación por parte del usuario. Sistema de Museos Virtuales. http://museosvirtuales.azc.uam.mx/sistema-de-museos virtuales/sinapsis/museo_virtual.html

García, G. (2014). Repensando el Museo Virtual: La creación de museos virtuales comunitarios (Tesis Doctoral, Universidad Nacional Autónoma de México).





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